FINALIDAD DEL TEMA:

Comprender el hecho de que somos el resultado de nuestras vivencias y experiencias; y que para estar bien y avanzar, debemos reconciliarnos aceptando nuestro pasado y utilizándolo en nuestro beneficio.

«…Una persona vale por lo que piensa, por lo que hace y cómo lo hace, no por lo que es.”
Marina Buzali

Qué es reconciliación?

• Acción y efecto de reconciliar.
• Restablecer la concordia entre los que estaban disgustados.
• Bendecir un lugar que ha sido violentado o desarmonizado.
• Ajuste entre personas que contienden. Reconciliarse: apaciguar, interceder, mediar, arreglar, perdonar.

Partiendo de esta definición, reconciliarnos con nuestro pasado, es en primera instancia, ACEPTAR que las experiencias vividas y los conocimientos adquiridos, nos han dado un resultado, que puede ser agradable o no, pero si canalizamos este conocimiento en función de una mejora y un crecimiento personal, éste nos facilitará llegar y/o lograr lo que deseamos, que ya contamos con la experiencia, fallida o asertiva, y esto nos llevará fácilmente a desarrollar la forma de cristalizar nuestro deseo.

Cuántas veces hemos actuado a lo largo de nuestra vida, haciendo y llevando a cabo proyectos que en última instancia no satisfacen nuestros más íntimos deseos, es decir, realizamos actos que no están relacionados con nuestra voluntad, sino que seguimos o nos guiamos por deseos de otras personas, ya sean familiares o amigos, a quienes queremos agradar en función de pertenecer a un determinado grupo familiar o social y así “gozar” de su aceptación.

Si este es tu caso y vives a disgusto, puedes hacer un reconocimiento (examinar tus acciones) para que puedas realizar actos volitivos, congruentes, que te permitan tener anhelos satisfechos. Crear congruencia entre tu manera de pensar y actuar. Porque al identificar lo que de alguna manera no nos gusta, tendremos un punto de partida, para planear y llevar a la práctica acciones que nos hagan sentir plenos y satisfechos, es decir, encontrar el sentido de nuestra vida. Una manera sencilla de alcanzar esta plenitud es NO juzgando nuestro pasado, ni calificarlo como bueno o malo.

Lo importante es reconocer que todo lo que has vivido te ayuda, si así lo deseas, a ser mejor hombre, mujer, padre, madre, hijo(a), hermano(a), profesionista… esto queda resumido en una frase: “Tu pasado te puede ayudar a ser un mejor ser humano.”

«Si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro.”
Winston Churchill

Ahora bien mucho se ha dicho que el pasado y el futuro no existen, uno ya fue, y el otro no sabemos si llegará, pero lo que sí podemos hacer con ese pasado que ya no existe, que ya se fue, es reconciliarnos con él, y al decir reconciliarnos, no significa olvidar, porque como bien dice el escritor Jorge Santayana “Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.” Lo importante es hacer las paces con ese pasado que no nos ha gustado o que nos lastima al recordarlo, mirarlo y sentirlo como una experiencia que nos llevará a ser mejores.

Es un hecho que cada uno de nosotros somos el resultado de lo que hemos vivido desde que nacimos, además, hay una gran cantidad de sucesos que han marcado nuestra vida, por lo tanto: “Tu presente es el resultado de tu ayer.” Y para crear cambios, dejando fuera de nuestras vidas, culpas, resentimientos y rabia, lo primero es hacer las paces con nuestro pasado. Esto generará un nuevo concepto personal y te será mucho más fácil hacer también las paces contigo.

Sin embargo, considero que no todo es tan negro, también nuestro pasado ha tenido momentos de alegría y sueños, algunos se cumplieron y otros no, pero lo que sí es un hecho es que en tu pasado, también hubo momentos de alegría, y aquí es donde tal vez muchos digan o piensen. “No, mi vida ha sido un dolor de cabeza.” Y eso no es tan cierto, es probable que no recuerdes esos momentos de tu niñez, en los que reías y soñabas. Por ponerte un ejemplo: Yo he visto cómo ríe un niño de la calle, y nosotros podemos creer que su vida es “mala”, sin embargo, él ríe y sueña. ¿Alguna vez le has dado un dulce a uno de estos niños? Yo sí, y he visto su sonrisa, además, me dio las gracias lleno de alegría. Recuerda que nada es completamente negro o completamente blanco,

«Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá.”
Harold MacMillan (1894-1986)

Político inglés

Al hacer las paces con tu pasado, también podrás reconciliarte con tu presente, y tener actitudes que te permitan desarrollarte y crecer sanamente, sin dejarte llevar ciegamente por el modelo de nuestra actual sociedad, que dice, todo es competencia. Como el objetivo es ganar, entonces tendremos que ver a los demás como competidores y para que nosotros ganemos; ellos tienen que perder.

Aquí el fracaso del prójimo es el ingrediente indispensable para ganar. ¿Crees que sólo se puede ganar si alguien pierde? La persona que se empeña en vencer a los demás comprueba que debe siempre oponerse a ellos. Si él asciende, los otros deben caer, y esta actitud trae consecuencias.

Analicemos esta historia.

Estando de paseo, cierta persona norteamericana, participaba en una celebración religiosa en la India, y para ello, en peregrinación tendría que subir a la cima de una montaña sagrada. Acudió a participar, creyendo que no sería tan difícil, al cabo de pocos minutos se sintió agotado, mientras que personas con bastón y ya ancianos seguían su peregrinación, sin fatigarse, incluyendo niños y mujeres con bebés en brazos.

¿Por qué ellos no se cansan y yo sí? Le cuestionó a un amigo, y le respondió: -Tienes el típico hábito de tomar todo como competencia. Consideras a la montaña como tu enemigo, y la quieres vencer, sabiendo que ésta, es más fuerte que tú, para nosotros la montaña no es un adversario. El objetivo de nuestro ascenso es compenetrarnos de tal manera con la montaña, que ella misma nos ayude a subir.

El mensaje es claro, si vivimos la vida como una competencia, llegará el momento en el cual nos sentiremos aburridos, hastiados, cansados, confundidos, insatisfechos y nos asaltarán las preguntas: ¿Qué estoy haciendo? ¿A qué causa sirvo? ¿Quién soy?

Martin Buber, importante teólogo de nuestros tiempos, nos dice que nuestra relación con el prójimo se da de dos formas:

  1.  “YO-ELLO” Se da cuando trato a la persona únicamente interesándome en lo que hace o pueda obtener de ella.
  2. “YO-TU” Me permite ver al otro como un sujeto, capta sus sentimientos y necesidades como si fueran míos.

¿Cómo has vivido hasta el día de hoy, compitiendo o sintiendo? ¿Qué te hace disfrutar más de sólo imaginarlo? El cambio se dará cuando experimentes salud mental, tranquilidad, satisfacción, tolerancia, comprensión, amor, paz, etc. entonces quitaremos esas barreras mentales creadas por nosotros mismos como son: celos, inseguridad, envidia, odio… que son limitantes y condicionamientos que obstruyen nuestro camino hacia la plenitud.

Cuando apreciamos a alguien o a algo sólo porque nos permite hacer lo que queremos o porque nos hace sentir fuertes, no es más que continuar con el modelo de siempre, por eso, hoy empieza a vivir un extraordinario presente, éste se convertirá en tu pasado y si crees que no puedes, es probable que sea porque aún no te has reconciliado con tu pasado, al hacerlo, te será más fácil amar a tu presente y mejorarlo.

Hagamos un convenio con nuestro pasado reconociéndolo, aceptándolo y perdonándonos todo aquello en lo que hayamos participado, y que no fue agradable o conforme a nuestras expectativas. Replanteemos cómo queremos vivir, compitiendo o sintiendo. El relato siguiente puede arrojarnos un poco más de luz:

…El pastor de una iglesia relata su vivencia:

Cuando por lo avanzado de su edad supo o intuyó que ya no sería candidato para dirigir una iglesia importante, se dio cuenta de un cambio importante en él.

Descubrió que ya no miraba a sus colegas de grandes iglesias pensando en cuándo se morirían, o cuándo se verían involucrados en un escándalo para que los destituyeran, y así poder llegar a ocupar sus puestos. Jamás se había percatado de tener esos pensamientos, pero la preocupación por progresar le había hecho un hombre amargo, solitario, celoso y falto de amor y alegría, cegado y obcecado en no valorar lo que tenía, echando la culpa a los demás de su frustración.

Hoy ya no es competitivo y se ha hecho amigo de los demás pastores, ve a los pastores de su congregación como sujetos dignos de ser amados, respetados en lugar de verlos como simples generadores de ingresos…

Lo que cambió en este hombre no es nada de lo que le rodea, sino algo muy íntimo dentro de él, a tal grado que sabe que los años que le quedan de actividad serán productivos y gratificantes.

Importante será considerar que al hacer las paces con mi pasado, éste se convertirá en un MAESTRO que me indicará en qué me he equivocado, y que lo tengo a mi disposición en el momento que lo necesite.

Será también como un AMIGO en quien pueda confiar y, que al estudiarlo y convivir con él, juntos sacaremos conclusiones que me ayuden actuar convenientemente, sin afectar a otras personas.

Como un PADRE, me guiará y orientará en momentos de duda.
Como un DESCONOCIDO que se atreverá, sin contemplaciones hacerme las observaciones o cuestiones que le molestaron.
Como una FUENTE DE PODER. Porque saber es poder, el cual utilizado de manera adecuada, será un ejercicio para recuperar la libertad.

Resumiendo:

MAESTRO, AMIGO, PADRE, DESCONOCIDO Y FUENTE DE PODER= LIBERTAD.
Eso será mi pasado de hoy en adelante.

Línea de pensamiento repetir tres veces:

“Soy libre y ejerzo esta libertad con respeto y me responsabilizo de mis actos”

GENERA EL CAMBIO

  • Saber que madurez y plenitud vendrán cuando acepte mi pasado y viva con él sin culpas.
  • Contemplar y gozar el presente al actuar de manera asertiva, ordenando y haciendo lo que deseo, sin dañar a otros, ni a mí.
  • Ejercer mi libertad de manera consciente y sin invadir la libertad de otros. Es decir, soñar y ponerme en acción para lograr mis sueños, usando la experiencia y conocimientos que me ha dejado mi pasado, para fundamentar mis acciones con valores positivos y teniendo el pleno conocimiento y responsabilidad de estas acciones.
  • Todo esto lo puedes lograr al PENSAR Y CREER que el pasado será una herramienta que te ayudará a superarte, porque te ha dejado la enseñanza de cómo hacer mejor las cosas…

¡Tu pasado te ha dado experiencias y experiencia, felicidades, ahora… VIVE AL MÁXIMO con esos conocimientos en tu presente!